Salmos 23:1 "Jehová es mi pastor; nada me faltará”.
Cuando David compuso este Salmo sabía muy bien a que se estaba refiriendo cuando dijo: “Jehová es mi pastor”, porque esa era su profesión, desde muy pequeño dice la escritura que pastoreaba las ovejas de su padre, él era del tipo de pastor que estaba dispuesto a entregar hasta su propia vida si era necesario por el bienestar de sus ovejas, si se tenía que enfrentar a los leones o a los osos con el fin de arrebatarle las ovejas de sus fauces lo hacía sin temor a morir en el intento.
Jesús fue ese gran pastor que entregó la vida por sus ovejas pero para que Él sea nuestro pastor, nosotros tenemos que estar dispuestos a comportarnos como ovejas, es decir obedecerle, obedecer su palabra la herramienta que él usa para pastorearnos.
Aclarado este punto, veamos la revelación que David tuvo de Dios como su pastor que nosotros también deberíamos conocer.
1. Jehová es mi pastor nada me faltara: Dios es nuestro proveedor integral, nos suple nos solo nuestra necesidad física sino también la espiritual. Cuando usted es consciente que es pastoreado por Dios está tranquilo porque sabe que su pastor le va a suplir todo lo que le haga falta.
2. “En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará”. Esos delicados pastos son sus promesas escondidas en la palabra de Dios y las aguas de reposo hace referencia a la libertad que encontramos en la salvación de Cristo, libres de la condenación y la culpa encontramos paz, descanso y refrigerio para nuestras almas.
3. “Confortará mi alma, me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre”. Confortar es dar ánimo a aquel que lo necesita, dar fuerzas al cansado, dar aliento al que ha pasado por tiempos de desierto.
4. “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. Aunque pasemos por momentos de dificultad, peligro, enfermedad, escasez o situaciones similares él nunca nos abandonará. Él no solo nos pastorea en momentos de bendición, también lo hace cuando ha llegado la aflicción.
5. “Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando”. Dios hará que aquellos que te oprimieron, se burlaron de ti o quisieron tu destrucción, vean como Dios levanta de las cenizas a aquellos que confían en Él.
6. “Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días”. El “bien” del señor hace que todas las cosas salgan a nuestro favor y su “misericordia” es para cuando necesitemos su perdón, dice que nos seguirán, es decir: “No existe ningún lugar donde el bien y de la misericordia de Dios no lo puedan encontrar”.
“Dios nos dio libre albedrío para decidir, no para no dejarnos por Dios dirigir. Ningún ser humano puede crearse, salvarse y por la eternidad subsistir, sino fuera por la obra redentora que Cristo realizó en la cruz al morir. La autosuficiencia de nuestro corazón debemos erradicar, porque nuestro pastor es Dios y sin su ayuda nada podemos lograr”.
Humberto Cancio.
Comments