Ezequiel 37:3-4 “Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Jehová, tú lo sabes. 4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd palabra de Jehová”.
En esta visión Dios usa un valle de huesos secos como ilustración para mostrarle al profeta Ezequiel la condición de desesperanza en la que se encontraba el pueblo de Israel.
Muchas economías están así como valles de huesos secos en gran manera, deudas, intereses, escases, pobreza, ruina, privaciones, etc.; finanzas donde la vida no se divisa por ninguna parte y así ocurre con muchas áreas de nuestra vida.
Hay muchos matrimonios que también son como esos valles de huesos secos, casas bonitas por fuera, pero por dentro hogares destruidos, se acabaron los detalles, se perdió la armonía, llegaron los gritos, las peleas, el odio, el rencor, el resentimiento, donde ahora solo se vive de apariencia.
La buena noticia en medio de todo es que el señor no solo le muestra a Ezequiel la condición, sino que le revela la solución.
Lo primero que hace es preguntarle: ¿Crees que vivirán esos huesos secos?, como tratando de decir: “Todo depende de lo que tu creas, si crees que Dios puede darle vida a lo que esta muerto, entonces así será”. Pero el profeta responde: “Señor, tú lo sabes”, es decir, yo no sé…¿Cuantos también le habrán dicho al señor que no saben que más hacer con la situación que están enfrentando?.
Pero el señor le revela el secreto: Profetiza, o sea desata la palabra de Dios sobre esos huesos secos y vivirán. El profeta fue obediente y dice la escritura que cada hueso se juntó con su hueso, subieron tendones, carne, piel y al final era un gran ejército.
Dios está buscando a personas que le crean, que estén dispuestas a dejar que Dios hable a través de sus vidas para producir el milagro que él quiere crear. No lo olvides, lo que aparentemente ves como un valle de huesos secos, es realmente la oportunidad para que Dios haga un milagro.
“Aunque te hayas quedado sin nada, nunca pierdas la capacidad de creer aun en medio de la adversidad, que un futuro prometedor existe más allá de la dificultad. Existen perdidas que son irreparables, pero quien pierde la esperanza lo perdió absolutamente TODO. “El fracaso tiene algo positivo y es que no es definitivo”.
Humberto Cancio.
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