Hay una verdad eterna en el libro de 2 Reyes 8:6 “El rey interrogó a la mujer, y ella le contó todo. Entonces el rey llamó a un oficial y le ordenó: «Haz que a esta mujer se le devuelva todo lo que era suyo, y todo lo que sus tierras produjeron desde que dejó el país hasta ahora».
Este texto se refiere específicamente a una mujer conocida como la Sunamita, quien tuvo que salir de su tierra dejando atrás sus tierras y los bienes por los que tanto había trabajado, todo por causa del hambre que había venido sobre aquella región y que se prolongó por espacio de siete años.
Lo bueno de la historia es que los siete años pasaron y ella regreso de nuevo a su país, lo que nos enseña que las pruebas no son eternas ni duran para siempre, así que no te angusties porque tu prueba también va a terminar.
Lo primero que esta mujer hace cunado regresa es ir ante el rey a clamar por misericordia por las cosas que habían sido suyas, pero ¿que hacemos nosotros muchas veces?, lamentablemente nosotros buscamos ayuda en todos lados y a Dios lo dejamos como nuestro ultimo recurso.
Dice la escritura que cuando ella entró al palacio real el siervo del profeta estaba hablando precisamente de ella acerca de lo generosa que había sido con el profeta, sus argumentos estaban hablando a su favor. Y es cuando el rey ordena que se le devuelva todo lo que era suyo, incluyendo los intereses de lo que su tierra produjo todos esos años.
Este también es un tiempo de restitución para ti que tal vez perdiste tu casa, tu carro y tu inversión, seguramente te quedaste sin trabajo, sin familia, y hasta sin reputación; cualquiera en una situación similar creería que el fin ha llegado y que lo mejor seria abandonarlo todo ante tan lamentable condición, pero no deberías afligirte, ni llenarte de preocupación, porque todo lo que un día fue tuyo te será devuelto con una gran retribución.
Humberto Cancio.
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