Proverbios 18:21 “Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto”.
A propósito del poder que hay en la palabra vemos en Génesis que el mismo Dios la usó para producir vida, dijo: “Hagase la luz y la luz se hizo”; también encuentro un episodio donde Jesús maldijo una higuera porque no halló fruto en ella y la higuera se secó.
Esta es precisamente la advertencia que nos está haciendo el proverbista, para que le demos la importancia que realmente tienen las palabras que salen de nuestra boca, porque en ellas hay poder para producir vida o muerte.
Nuestra vida es el resultado de lo que hablamos, porque las palabras tienen el poder de crear. La palabra Mal- dición, es una palabra compuesta, decir mal, en conclusión, cada vez que usted habla mal de alguien o de algo lo esta maldiciendo.
¿Qué fruto cree usted que podremos recoger como padres si permanentemente le estamos diciendo a nuestro hijo que es un bruto, un inservible, un rebelde, un bueno para nada? ¿Qué fruto cree usted podrá recoger la persona que vive diciendo que es de malas, que todo lo sale mal, que el dolor de cabeza que tiene debe ser una grave enfermedad?
La vida y la muerte están en poder de la lengua y quien la ama comerá de su fruto, en otras palabras lo que viene a nuestras vidas muchas veces esta ligado a lo que hablamos, si usted habla mal no espere cosechar el bien en su vida.
Si esta verdad eterna le ha sido revelada, entonces comience a hablar vida, hable palabras que edifiquen, palabras que consuelen, palabras que animen, no palabras que destruyan, que hieran, que critiquen o que juzguen.
Humildemente le doy un consejo, si usted ve que no tiene nada bueno que hablar mejor quédese callado. La biblia dice Proverbios 17:28 “Aun el necio, cuando calla, es tenido por sabio, cuando cierra los labios, por prudente”.
Oro a Dios para que el señor envíe su ángel y al igual que lo hizo con Isaías, purifique nuestros labios con un carbón encendido, para que podamos hablar bendición y no maldición.
Humberto Cancio.
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