1 Samuel 17:37 “Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo”.
Dice la escritura que Goliat un gigante filisteo de aproximadamente tres metros de estatura llevaba 40 días desafiando a los israelitas, pero ninguno se atrevía a enfrentarlo por causa del temor. El rey Saúl y su ejército considerado uno de los más poderosos de la tierra se había dado por vencido sin ni siquiera haber dado la pelea.
El temor los neutralizó por completo, porque el temor es precisamente el principal enemigo de la conquista, en el libro de Proverbios 29:25 la escritura enseña que “El temor del hombre coloca lazo”; es decir la persona que deja entrar el temor en su corazón queda completamente esclavizada sin ninguna opción.
Los israelitas estaban temblando de miedo, no porque Goliat los hubiese enfrentado, sino por haber aceptado las palabras amenazantes que les había lanzado.
Al enemigo esa estrategia le ha dado tan buenos resultados que aun en nuestro tiempo la sigue usando, cada vez que él quiere neutralizar a alguien, interrumpir una conquista, frenar un proyecto, hacer que la gente renuncie a sus metas, los ata por medio del temor, hablando a sus mentes como lo hizo con Israel.
“Ni lo intentes porque vas a volver a fracasar, tu naciste pobre y pobre seguirás siendo, jamás vas a poder cambiar tu mal comportamiento, ese problema que te agobia nunca lo podrás resolver, esa enfermedad que tienes es incurable te vas a morir” etc.
Más cuando el Joven David se percata de esa terrible situación, decide enfrentarlo, aunque este Gigante lo multiplicaba en estatura y a sabiendas que era un guerrero muy experimentado.
Todos conocemos el final de la historia y muchos se atreven a asegurar que David derrotó a Goliat con una honda, pero ciertamente lo derrotó con su CONFIANZA EN DIOS, por eso cuando avanza hacia el filisteo le dice: 1 Samuel 17:45 “Tu vienes contra mí con espada lanza y jabalina, mas yo voy contra ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel a quien tú has provocado”.
En otras palabras: “No soy yo el que te va a derrotar, es Dios el que a través de mi vida lo va a hacer”, David le dio gloria a Dios por eso pudo vencer. Mientras sigamos creyendo que somos nosotros será imposible vencer.
Lo otro que encuentro está en 1 Samuel 17:37 “Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo”.
David venció a Goliat, porque confiaba en la FIDELIDAD DE DIOS, él sabía que ese Dios que un día lo defendió de las fieras del campo, nuevamente lo defendería. David pensó: “Si Dios una vez lo hizo, lo puede volver a hacer”. Medite en esto: Si en los momentos más difíciles de su vida Dios lo ayudó, ¿porque pensar que ahora será la excepción?
Una piedra le vastó a David para derrotar a Goliat, ¿Por qué? Porque tenía puntería; los osos y los leones a los que se enfrentó David que representan las pruebas fueron los que le dieron la experiencia que ahora tenía. Gracias a Dios por las pruebas.
Termino con esto: El temor es el lado opuesto de la fe y la única manera de vencerlo es enfrentándolo, Así que no sigas evadiendo esas cosas que tanto temor te producen, enfréntalas y el señor te dará la victoria.
“Hasta cuando intentarás salir adelante por ti mismo siendo que ya te diste cuenta que solo no puedes, deja que Dios tome el control de tu situación y prepárate para verlo entrar en acción. Si un gigante te ha desafiado, muéstrale al Dios todopoderoso que pelea a tu lado. Hay victorias que Dios te quiere entregar, pero por miedo al fracaso no las dejes escapar”.
Humberto Cancio.
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