Juan 10:4-5 "Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. 5 mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños”.
Si yo le preguntara: ¿Usted hablaría con un extraño? de seguro me respondería que no, entonces si no habla con extraños ¿porque hablar con el enemigo?
El enemigo siempre habla a través de nuestros pensamientos, el señor lo define como el extraño y dice que sus ovejas no siguen la voz de los extraños, es decir, no se dejan guiar por su dirección, sino que huirán de él.
Hay un refrán que dice “dime con quién andas y te diré quién eres”, yo diría dime a quien escuchas y te diré hacia donde te diriges.
No sé si le ha pasado, pero me ha tocado ver personas en la calle que parecieran hablar solas, pero ellas no están hablando solas están hablando con esa voz interna que les susurra al oído que generalmente siempre va en contra de lo que Dios ha establecido para que saltemos del redil y corramos por sendas desconocidas detrás de pastos que no son reales sino pintados de verde, voces de lujuria, de desánimo, de crítica, de destrucción, de maldad, etc.
La mente del ser humano es bombardeada permanentemente con tres tipos de pensamientos, los propios, los de Dios y los del enemigo, tener discernimiento es saber identificar cuál de los tres es el que está hablando.
El mismo señor Jesucristo nos aconseja hoy que no escuchemos al extraño que nos aconseja mal, debemos pensar un poco en lo que estamos pensando y nos daremos cuenta que mucho de lo que pensamos no proviene de Dios.
Quien piensa hacerle daño a su prójimo no está siendo guiado por Dios, quien piensa en hacerse daño a sí mismo no está siendo dirigido por Dios.
Si no estás pensando en lo bueno, en lo honesto, en lo agradable, en lo perfecto deséchalo porque eso que escuchas no procede de Dios. Es importante también tener en cuenta que en vano la oveja escucha al pastor sino lo sigue, de igual manera de nada sirve escuchar la palabra de Dios sino la ponemos por obra. Hoy día son muchos los que escuchan la palabra de Dios, pero el porcentaje que la obedece es muy bajo.
Las ovejas del señor se caracterizan porque no solo oyen la voz de su pastor, sino que siguen sus pasos.
“La mente es como un campo fértil que recibe permanentemente 3 tipos de semillas o pensamientos, los de Dios, los de nosotros y los del enemigo. La falta de discernimiento es la que no nos permite identificar con claridad que personalidad se esconde detrás de esa voz que permanentemente nos está hablando. Si tu destino quieres cambiar, deberías escoger muy bien, la voz que vas a escuchar”.
Humberto Cancio.
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