Mis amigos es un honor poder saludarles una vez más, hoy deseo compartir con ustedes una verdad eterna que está en el libro de Génesis 45:26 “Cuando le contaron a Jacob que José vivía todavía, y que él era el que gobernaba en todo Egipto, no supo qué hacer o qué decir, pues no podía creer lo que le estaban diciendo”.
José era un joven al cual Dios le había dado un sueño y por esa causa dice la palabra que sus hermanos lo aborrecieron a tal punto que buscaban ocasión para matarle.
Tanto así que lo metieron en una cisterna y después lo vendieron a unos Ismaelitas por veinte piezas de plata, y estos a su vez lo vendieron como esclavo a Potifar oficial de faraón en Egipto.
La noticia con la que los hermanos de José llegan a donde su padre Jacob fue que una bestia había devorado a su hijo, lo que causó un profundo dolor en el corazón de este padre.
Jacob sufrió por muchos años en silencio la muerte de su hijo, sin saber que su hijo no estaba muerto sino que se había convertido en el hombre más importante de Egipto después de Faraón.
El hijo por el cual Jacob tanto sufría, más adelante se convirtió en aquel que más regocijo le produjo…¿Cuántos hoy también sufren sin percatarse que “Eso que hoy los hace llorar, es simplemente el testimonio que mañana a Dios los hará glorificar”.
“Podemos preocuparnos por todo lo que queramos, pero al hacerlo no resolvemos nuestros problemas, por el contrario, los agudizamos, ignorando que generalmente aquello por lo que tanto nos angustiamos resulta ser menos terrible de lo que en un principio imaginamos.
Para que preocuparse, si PREOCUPARSE ES OCUPARSE EN EL PRESENTE DE ALGO QUE EN EL FUTURO NO ES SEGURO QUE SE PRESENTE.
“LO QUE HOY PARECE SER LA CAUSA DE TU AFLICCIÓN, MAÑANA SE TE CONVERTIRÁ EN EL MOTIVO DE TU MAS GRANDE EXALTACIÓN”.
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