Isaias 65:21-22 “Edificarán casas, y morarán en ellas; plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas. 22 No edificarán para que otro habite, ni plantarán para que otro coma; porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo, y mis escogidos disfrutarán la obra de sus manos”.
La gran diferencia entre lo que nosotros adquirimos por méritos propios y lo que recibimos de parte de Dios, es que lo que viene de Dios realmente lo podemos disfrutar. Nosotros podemos obtener muchas cosas, pero si esas cosas no vienen de Dios jamás las podremos “DISFRUTAR”.
Esa es la razón por la que afirma: “Edificarán casas y moraran en ellas”, ojo, dice edificarán, no dice construirán. Se construye con ladrillos, se edifica con valores. Ahora la bendición no está en edificar una casa, la bendición está en que una vez edificada esa casa podamos habitar en ella.
La promesa que Dios nos está haciendo a través de esta verdad eterna es que usted y yo vamos a edificar casa y las vamos a HABITAR, usted no va a edificar para que otro habite.
¿Pero cuantas personas invirtieron todos los ahorros de su vida en comprar una casa propia con la que llegaron a sentirse felices y realizados, pero que al final las deudas se las terminaron arrebatando?
A muchos los asfixiaron tanto los intereses que no pudieron pagar y el banco se las remató o la persona que les prestó el dinero se terminó quedando con el inmueble que usted con tanto esfuerzo y sacrificio consiguió y que estaba convencido sería para el bienestar de su familia.
Pero ¿qué significa HABITAR en ellas? Significa que usted va anhelar estar en esa casa, porque hay gente que tiene casas muy hermosas, pero hogares conflictivos, en un lugar así nadie quiere habitar, ni mucho menos pasar tiempo en ella, es como si les fastidiara estar en la casa, por eso no ven la hora de salir a hacer cualquier cosa con tal de no estar allí, prefieren compartir con los amigos, irse de viaje de negocios, tener varios trabajos a la vez o trabajar en exceso con tal de estar lejos de casa siempre.
Dios lo que nos está confirmando es que será tan agradable el ambiente de tu casa que no querrás salir de ella y cuando tengas un tiempo anhelarás con todo tu corazón salir corriendo para el seno de tu hogar, hay gente que pareciera que su casa les picará.
Pero el disfrute que Dios nos promete en esta verdad eterna, es en todas las áreas, a nivel económico, no hay cosa más triste que matarse trabajando y no poder disfrutar del dinero que recibo, cero vacaciones, cero ropas, cero gustos especiales, porque nunca alcanza; pues bien prepárese porque usted va a disfrutar de su trabajo.
No es próspera la persona que más bienes materiales ha alcanzado, sino aquella que sabe disfrutar de lo poco que tiene. Ninguno de nosotros plantará para que otro coma dice el señor. Y nuestros días serán como los días de los árboles que duran mucho.
“El éxito o la realización personal no se mide por los bienes obtenidos, o por el número de logros alcanzados, sino por la capacidad de disfrutar la vida y todas aquellas cosas que Dios nos ha confiado, incluso de aquellos momentos no tan buenos que grandes lecciones al final nos dejaron. La peor tragedia de la vida es morir sin haber vivido”.
Humberto Cancio.
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