La mayoría de religiones nos enseñaron a un Dios que lo único que quiere es verte pagar por todos los pecados, pero Dios también quiere que DISFRUTES la obra de tus manos.
No existe nada más frustrante que trabajar y trabajar y no poder disfrutar de la labor que hacemos. Esta es la promesa que Dios nos hace a través de su preciosa palabra.
Equivocadamente se ha pensado que la cantidad de bienes, una buena casa, un buen trabajo los van a llevar a disfrutar la vida y no es así. Usted puede tenerlo todo, pero si no sabe cómo DISFRUTAR lo que tiene, jamás se sentirá realizado.
Ahora, DISFRUTAR la vida no es irse de vacaciones, embriagarse hasta perder la razón, o quedarse descansando en casa sin hacer nada, etcétera. DISFRUTAR, va mucho más allá de eso….
Hay gente que tiene una casa por ejemplo, pero no quieren estar en su casa porque para ellos es un infierno, donde solo hay gritos, peleas, contiendas, divisiones etc.
Algunos se sienten en casa como si estuvieran en el lugar equivocado. Poseen una bonita casa, pero no tienen un hogar. Una casa así no se disfruta.
Muchos tienen un trabajo, pero ya no lo disfrutan, lo maldicen, se quejan del jefe, de los horarios, del pago, de lo duro de la jornada laboral, de todo.
Cuando deberíamos ser agradecidos porque es la entrada económica que tenemos para suplir nuestras necesidades, ¿Qué sería de usted si en este momento no tuviera ese empleo, de que viviría?
El trabajo es una bendición de Dios y más en estos tiempos. Si eres fiel en lo poco, Dios te colocará en lo mucho.
Algunas personas en este preciso instante se quejan de que las puertas de un nuevo trabajo no se les abren, pero cuando Dios le dio uno, renunciaron a el, renegaron y lo tuvieron en poco.
Pues bien, Dios quiere que DISFRUTES, que esa casa que edificaste la puedas habitar, porque en ella reina la armonía y la paz.
Dios quiere que DISFRUTES tu trabajo, por eso te dice hoy, no sembrarás para que otro coma, cuántos se desgastan trabajando, pero nunca les alcanza, les llega la quincena y todo lo deben, trabajan solo para pagar…
Dios anhela que disfrutemos lo que nos ha confiado, pero será imposible hacerlo si no nos alegramos y agradecemos lo que él ya nos ha dado.
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