Hoy quisiera compartir con ustedes una verdad eterna poderosa que está en el libro de Mateo 14:30 “Pero al ver el fuerte viento, tuvo miedo; y comenzando a hundirse, dio voces, diciendo: !!Señor, sálvame!”.
Este es uno de los episodios mas fascinantes que podemos encontrar en la palabra, un hombre ordinario Pedro, haciendo cosas extraordinarias como caminar sobre las aguas.
Muchas veces criticamos a Pedro porque dudo, pero de los doce apóstoles fue el único que tomo la decisión de salir de la barca, los otros por miedo a hundirse ni siquiera lo intentaron.
¿Cuanta gente hay que tampoco lo intenta por temor a fracasar?, por temor a que las cosas no salgan como esperaban. Años en la comodidad de sus barcas viendo como otros se lanzan, se arriesgan, como otros triunfan en la vida y ellos no hacen sino seguir aferrados a la comodidad de sus barcas, quejándose y lamentándose de su situación.
Dios en este tiempo quiere volver a abrir mares, derribar murallas, derrotar gigantes como Goliat. Pero donde están los Moisés, los Josué y los David de este tiempo?. Muchos yacen reposados en la comodidad de sus barcas, por miedo a fracasar, por miedo al que dirán por miedo al compromiso.
Si bien Pedro sintió que se hundía, nunca se hundió porque Jesús extendió su mano y lo rescato. Así que libérate del temor a emprender cosas grandes, cosas que nadie jamas ha hecho, sueña con cosas grandes, porque los sueños son el lenguaje del Espíritu.
Escucha esto: “El que te sientas con el agua hasta el cuello no quiere decir que Dios quiere ahogarte, cuando permite que te hundas es porque que a otra dimensión de fe quiere llevarte”.
Humberto Cancio.
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