Isaías 43:18-19 “ No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. 19 He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”.
Dios tenía algo nuevo y mucho mejor para su pueblo, pero para que estos pudieran recibirlo deberían tomar la determinación de no acordarse más de las cosas pasadas, ni traer más a la memoria las cosas antiguas, en otras palabras, si ustedes no dejan el pasado atrás es imposible que puedan recibir o disfrutar lo nuevo que Dios les tiene preparado en el presente.
“Si el desenlace del libro que lees deseas conocer, por favor pasa la página y los capítulos que ya leíste debes dejarlos de leer”.
Si no pasamos la página o nos determinamos a dejar atrás el recuerdo de aquello tan terrible que nos sucedió o lo mal que nos trataron, lo que hacemos es traer de vuelta a nuestras vidas esas emociones de resentimiento, rencor, culpa, vergüenza o frustración con las que nos seguimos haciendo daño una y otra vez, es como si la herida que ya ha logrado cicatrizar, la abriéramos nuevamente solo para volver a experimentar el dolor que una vez sentimos, como si el sufrimiento nos produjera placer.
Yo no sé si usted lo ha notado, pero todos los vehículos traen un espejo panorámico y un espejo retrovisor, el panorámico es más grande y está ubicado al frente para que miremos siempre adelante y el espejo retrovisor es más pequeñito y a través de el solo podemos mirar hacia atrás.
Pensemos por un instante en cuál sería el final de un conductor que no usa el panorámico, sino que siempre conduce mirando hacia atrás por el espejo retrovisor; lo más seguro es que se termine accidentando.
Lo mismo puede pasar con aquella persona que insiste en conducir su vida mirando siempre su pasado a través de su pequeño espejo retrovisor, siendo que ante él hay un panorámico que le ofrece más y mejores posibilidades.
El mundo enseña que todo tiempo pasado fue mejor, pero la sabiduría de Dios afirma Proverbios 14:18 “Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto”. En Cristo jamás lo pasado será mejor que lo porvenir, nuestra gloria postrera será mayor que la primera. Pasado es algo que ya sucedió, algo que quedo atrás y allá debe quedarse por siempre, así que no lo traigas de vuelta que nada bueno te podrá ofrecer.
¿Sabe que es lo único que podemos encontrar en el pasado? Remordimiento y culpabilidad: por lo que pudo haber sido y no fue, Estancamiento: que nos impide avanzar, Frustración, que no nos permite disfrutar lo que tenemos por andar anhelando lo que no tenemos.
Dios a través de esta verdad eterna nos ofrece un presente y un futuro prometedor, no lo desaprovechemos por estar aferrados al pasado.
“El pasado solo se debe recordar, para no repetir los mismos errores que cometimos en nuestro andar, pero de algo debemos estar conscientes y es que el pasado pasó porque no tenía nada bueno que aportarle a nuestro presente. Si existe algo que la vida no te permite disfrutar, es estar aferrado a un pasado que ya no puedes cambiar”.
Humberto Cancio.
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