Lucas 8:49-50 “Estaba hablando aún, cuando vino uno de casa del principal de la sinagoga a decirle: Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro. 50 Oyéndolo Jesús, le respondió: No temas; cree solamente, y será salva”.
A través de esta porción de la palabra el señor Jesucristo nos enseña a cerca de la importancia de mantener la PUREZA en nuestra fe, aclaro que cuando se habla de pureza nos estamos refiriendo a algo que no está mezclado con otra cosa.
Un ejemplo sencillo: Si usted a un jarrón con un litro de leche le agrega dos litros de agua, de seguro la leche se perderá, en el ámbito espiritual pasa algo parecido; si usted a su fe, le mezcla duda, temor, incredulidad preocupación, angustia, desesperación, lo más seguro es que su fe se anulará por completo y son precisamente estas cosas que acabo de mencionar las que destruyen la fe. “Si realmente un milagro deseas alcanzar, la pureza de tu fe deberás conservar”.
Esta fue precisamente la gran lección que aprendió Jairo y la que el señor también quiere que nosotros aprendamos. Pero miremos quién era Jairo, la biblia lo describe como el principal de una sinagoga. Una sinagoga era el sitio donde los judíos se congregaban para estudiar la palabra, orar, en general para sus servicios sagrados y Jairo era la máxima autoridad de una de ellas.
Este aspecto es importante destacarlo para enfatizar que no se trataba de un neófito espiritualmente hablando sino de alguien que tenía gran conocimiento de las sagradas escrituras, pero este hombre haciendo a un lado su posición se postró a los pies de Jesús pidiendo clemencia por su hija agonizante, eso es humildad.
Fue tal el clamor de Jairo que Jesús toma la decisión de ir a su casa a orar por su hija, pero sin que este padre angustiado se lo esperara una mujer con flujo de sangre interrumpe en la escena, lo que hizo que Jesús se detuviera en aquel lugar.
Me imagino que para este hombre la espera debió tornarse eterna sobre todo porque que la vida de su hija corría peligro, o Jesús intervenía rápidamente o su pequeña moría en cualquier momento.
Yo no sé cuántos al igual que el padre de la historia también están necesitando que Dios intervenga lo más pronto posible o será demasiado tarde. Sucedió que esperando que Jesús se desocupara, vinieron de su casa diciéndole: Lucas 8:49 “Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro?”.
Es decir no pierdas el tiempo, para que sigues orando, no sigas luchando porque ya nosotros comprobamos que todo el esfuerzo que hagas es en vano. ¿Qué hacer cuando ya no hay esperanza?
Algunos le creen a las circunstancias, aceptan esas voces mentirosas que lo que quieren es desanimarnos, que nos demos por vencidos, que nos rindamos que abandonemos. Ese es el plan de Satanás, en cambio lo que Dios quiere es que sigamos confiando, por eso cuando Jesús se percata de que el enemigo quería minar su fe le dice:
Lucas 8:50 “Mas luego Jesús, oyendo esta razón que se decía, dijo al príncipe de la sinagoga: No temas, cree solamente”.
¿Qué quiso decir Jesús con esto? Jairo mantén la pureza de tu FE, en otras palabras, no mezcles tu fe con el temor, porque el temor es el lado contrario de la fe, “No temas, cree solamente”. Nadie podrá mantenerse firme en la fe si mezcla su fe con preocupación, angustia, desesperación, duda, incredulidad, ansiedad; todo esto que acabo de mencionar debilita completamente nuestra fe.
Jairo a pesar de haber escuchado que su hija había muerto siguió creyendo en Jesús y su hija volvió a la vida, así que sigue creyendo aunque lo que estés viendo sea todo lo contrario, no creas al dictamen medico, no le creas al dolor, no le creas al problema, no le creas a lo que la gente o las circunstancias te están diciendo solo créele a Dios y el milagro ocurrirá.
“Si un milagro esperas obtener, creer es lo único que debes hacer”.
“Si a Dios has estado orando por una petición y de repente, ves como todo se derrumba ante tus ojos, no te llenes de temor, mantente firme en lo que has creído, aunque te encuentres en medio del peor desastre porque Él se glorificará y tú verás un milagro y para ello lo único que Dios demanda de ti solamente es que le creas”.
Humberto Cancio.