top of page
humbertolocutor

“NO ES QUIEN ERES, ES LO QUE DIOS ES A TRAVÉS DE TI”. Éxodo 3:11

Éxodo 3:11 “Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?”.


Moisés cuyo significado es “Salvado de las aguas” vino a este mundo marcado con un propósito divino, por eso el enemigo lo quería matar desde el instante mismo de su nacimiento.


Es por eso que su madre para evitar que lo mataran, lo deja en una pequeña arca a la orilla del río para que la hija de Faraón que habitualmente se bañaba en aquel lugar lo encontrara y así la sentencia de muerte que se ceñía sobre todos los niños varones hebreos no alcanzara al pequeño Moisés.


Desde su nacimiento hasta el momento en el que asume el llamado de parte de Dios habían pasado 80 años incluyendo los 40 años de su proceso de formación en el desierto, mientras todo eso ocurría Israel pueblo de Dios era oprimido por Faraón en Egipto. Demorarse un día más en aceptar el llamado, implicaba prologar la agonía de sus hermanos en cautividad.


Sin embargo, cuando Dios se le aparece en el desierto para delegarle la misión de ser el líder libertador de su pueblo, Moisés empezó fue a colocar una serie de excusas para no asumir el desafío.


La primera excusa que colocó fue: ¿Quién soy yo? (Éxodo 3:11) Moisés luchaba con su identidad, por eso no se sentía calificado y pensó que Dios había escogido al líder equivocado.


Dios no nos escoge porque seamos algo, sino para que seamos algo; no es lo que usted y yo somos, es lo que Dios es en nosotros lo que marca la diferencia.


Excusa dos: “He aquí que ellos no me creerán” (Éxodo 4:1) Con esta respuesta Moisés demuestra su temor al fracaso.


Excusa tres: “Nunca he sido bueno hablando”. (Éxodo 4:10) Moisés dudaba de sus capacidades.


Excusa 4: “Se que puedes encontrar a alguien mejor” (Éxodo 4:13) Moisés sufría de complejo de inferioridad.


Problemas de Identidad, temor al fracaso, Dudar de nuestras capacidades y complejos de inferioridad, solo fueron las cuatros excusas que Moisés le colocó a Dios para no asumir su desafío, pero ¿cuantas excusas colocamos a diario para no lanzarnos a la conquista?


Las excusas son justificaciones que usamos para no cambiar un mal comportamiento o para mantener un hábito tóxico, son mentiras con las que tratamos de convencernos a nosotros mismos de estar haciendo lo correcto, aunque en el fondo sepamos que no es así.


Las más comunes:

· Para no hacer ejercicio se dicen: El año que viene comienzo.

· Para seguir en el alcohol se dicen: Es que yo lo domino, solo me tomo tres cervezas.

· El que no quiere dejar de fumar se dice: Es que yo tampoco es que fume demasiado es de vez en cuando.

· El que no quiere superarse suele decir: Ya estoy muy viejo para eso, loro viejo no da la pata.

· El que llega tarde al trabajo dice: Es que el trancón.

· El que no quiere cambiar dice: Que cambie el, yo soy así.

· El que se la quiere pasar en la cama todo el día se dice: “Cinco minuticos más y ya”, “Es que tengo pereza, estoy cansado.


Y así, cada uno tiene su propio arsenal de excusas: “No puedo”, “Soy incapaz”, “No tengo tiempo”, “No tengo dinero”, “No me atrevo”, “es muy difícil”, etc.


Nosotros conocemos el resto de la historia, Si Moisés no hace a un lado sus excusas y obedece a Dios jamás hubiese podido liberar a sus hermanos de la esclavitud de Egipto.


Déjame preguntarle hoy, ¿Y usted cuánto tiempo más va a esperar?, Si supiera la cantidad de personas que lo necesitan en este momento. Así que haga a un lado las excusas y láncese a la conquista del propósito que Dios tiene para su vida.


Jamás permitas que tus excusas sean más grandes que tu Dios”.


“Encontrarnos en medio de situaciones difíciles de superar, no significa que Dios haya perdido su capacidad de actuar; se nos olvida que Él no es como nosotros, que su poder es ilimitado y que puede darnos la victoria, aun en aquellos casos donde parecía que ya habíamos sido derrotados”.


Humberto Cancio.


5 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page