Juan 11:32 “María, cuando llegó a donde estaba Jesús, al verle, se postró a sus pies, diciéndole: Señor, si hubieses estado aquí, no habría muerto mi hermano”.
Este era el reclamo que María hermana de lázaro le estaba haciendo a Jesús, porque según ella había llegado demasiado tarde, pues su hermano lázaro llevaba ya 4 días de muerto.
Esto es tremendo porque Jesús venía a resucitar a Lázaro, pero María lo recibe con reproches, todo porque Jesús no vino inmediatamente cuando ellas lo llamaron.
Y esta es tal vez la pregunta que muchos se hacen, ¿porque Jesús no viene cuando más lo necesitamos, porque se demora en responder a nuestro llamado? ¿Acaso Él se complace en hacernos esperar? ¿Será que a Él le gusta hacernos sufrir?. Ninguna de las anteriores, lo que pasa es que él tiene que probar nuestra fe.
Con Lázaro Jesús se demoró para probar la fe de sus hermanas y al hacerlo lo que encontró es que su fe en Jesús no era genuina, por la manera como reaccionaron cuando Jesús por fin acudió a su llamado.
A veces ocurre que pedimos a Dios en oración y como a nosotros nos parece que se demora más de la cuenta, empezamos a preocuparnos, a desesperarnos y hasta a renegar contra Dios, lo que en definitiva pone al descubierto que nunca creímos.
Si las hermanas de Lázaro realmente hubieran tenido fe en Jesús JAMÁS hubiesen dejado de creer porque nada hay imposible para Dios.
Déjame preguntarte hoy: ¿Cuál es el lázaro en tu familia que necesita ser resucitado? ¿Tus finanzas? tal vez, ¿tu matrimonio?, ¿tu salud? que es eso que lleva tantos días de muerto que hasta sientes que ya huele mal?, pues bien, Jesús en el cual tú has creído es la resurrección y la vida y el que cree en él, aunque este muerto vivirá. Así que recibe hoy de parte de Dios ese milagro de resurrección.
“Puede parecer que Dios tarda demasiado en responder tu oración, pero no se trata de eso simplemente te prepara para una mayor bendición. La aparente tardanza de Dios no es sinónimo de negligencia, Él lo que está tratando es tu paciencia. Entre más se demore la contestación, mayor será la exaltación”.
Humberto Cancio.
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