2 Reyes 5:11 “Naamán se enfureció, y se fue diciendo: —Yo pensé que iba a salir a recibirme, y que de pie iba a invocar al Señor su Dios, y que luego iba a mover su mano sobre la parte enferma, y que así me quitaría la lepra”.
Otro aspecto fundamental de la fe, que quiero tratar en este día es: “LA SOBERANÍA DE DIOS”. Dios es un ser soberano, Él es la máxima y absoluta autoridad del universo, en otras palabras, Él tiene poder de decisión incuestionable sobre todo lo creado.
De manera que no podemos pretender decirle a Dios como actuar, ni mucho menos que haga las cosas a nuestro parecer, ¿Quiénes somos nosotros para darle órdenes a Dios?; sería como decirle al sol que no alumbre, es imposible porque eso fue lo que Dios estableció.
Esto fue lo que paso con Naamán general del ejército del rey de Siria quien acudió al profeta Eliseo para que lo sanara de una lepra que tenía, seguramente si fue hasta donde el profeta era porque tenía fe que él lo podía sanar, pero el milagro no ocurrió en el momento porque este hombre por su orgullo creía que el milagro debía ser hecho a su manera, no a la manera de Dios.
Le pareció un sinsentido tener que sumergirse siete veces en el rio Jordán habiendo otros ríos según él mucho mejores. Él pensaba que el profeta saldría, levantaría las manos al cielo invocaría a Dios, le pondría las manos encima y así sería sano, pero Dios hace las cosas a su manera.
Esto es interesante porque muchos milagros no han podido ocurrir precisamente porque la gente tiene unos modelos o conceptos preestablecidos de la forma como Dios debe hacer los milagros.
Tal vez estas esperando que Dios te diga se prospero, pero lo que Dios te está mandado es que vayas a trabajar. Es posible que estés esperando que Dios cambie a tu cónyuge, pero lo que Dios te está diciendo es empieza por cambiar tu, tal vez estás esperando que Dios cambie tus circunstancias, pero lo que no te das cuenta es que Él está usando esas circunstancias para cambiarte a ti, muchos seguramente pidieron un empleo, pero como no los llamaron inmediatamente, dejaron de intentarlo.
Naamán tuvo que sumergirse en el río, no una, ni dos, ni tres, sino siete veces, siguió confiando, aunque aparentemente no había visto resultados, eso es fe.
“Dios siempre actúa de una manera muy distinta a la que nosotros lo hacemos, sus manifestaciones son sobrenaturales, o sea lo que Él hace está por encima de lo natural. La lógica todo lo quiere cuestionar y razonar, pero solo mediante la FE podremos creer sin dudar, obedecer sin preguntar y confiar sin cuestionar”.
Humberto Cancio.
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