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humbertolocutor

“MUCHAS DE LAS COSAS QUE TEME NUESTRO CORAZÓN SOLO EXISTEN NUESTRA IMAGINACIÓN”. Génesis 33:4


Cuando Jacob le robó la bendición de la primogenitura a su hermano Esaú, este juro matarlo el día que su padre dejara de existir. 

Por esta razón decide que lo mejor es escapar de las garras de su hermano, escondiéndose donde su tío Labán, donde vivió por muchos años, pensando que de esa manera escaparía de su hermano, pero de lo que no pudo librarse fue de tener que convivir con la zozobra, la angustia y el temor de solo pensar que en cualquier momento su hermano pudiera encontrarlo y matarlo.


¿Cuántas veces nosotros aunque aparentemente por fuera nos vemos tranquilos y serenos, por dentro estamos viviendo un verdadero vendaval?.


Muchos batallando con cosas que han querido ocultar y que temen en cualquier momento puedan salir a la luz.


Temor a enfrentar a esa persona que te hizo tanto daño, temor a revivir las heridas del pasado, temor a volver a comenzar, a un embargo, a un despido, a una ruptura sentimental, a una separación, a una quiebra financiera, temor al juicio de las demás personas, al que dirán, a no poder pagar tus deudas, a una enfermedad terminal, a que los hijos se salgan del camino etc.


¿Déjame preguntarte: Y tú ¿A que le temes? ¿Cuál es tu temor?.


Bueno, Jacob aunque aparentemente vivía una vida cómoda, ya que había encontrado el amor de su vida Raquel y sus bienes Dios los había hecho prosperar, ese problema no le permitía estar tranquilo, él no tenia paz, él no era feliz.


Por eso tomo la decisión de no seguir huyendo mas, porque los problemas no se resuelven huyendo, sino enfrentándolos, y aunque esto implicaba que su hermano acabara con el, decidió librarse de ese sentimiento que lo atormentaba. 


Dice la escritura que aunque intento ganarse el favor de su hermano enviándole regalos, todo cambio realmente cuando el tomo la decisión de buscar a Dios con todas las fuerzas de su corazón.


En un conocido como Peniel el batallo con el ángel de Dios toda la noche, y le dijo: “No te suelto hasta que no me bendigas  y aquel día no solo su nombre fue cambiado por el de Israel que significa: “Príncipe con Dios”, sino que Dios hizo que el odio que su hermano sentía fuera transformado por amor, al punto que cuando Esaú lo vio, salio corriendo hacia el, pero para abrazarlo.


Wooow, una oración marco la diferencia, una oración hizo que todos esos temores fueran desarraigados por completo de su vida. Jacob pudo comprobar que lo que temía no era real, sino el producto de su imaginación.

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