Santiago 4:3 “Y cuando piden, lo hacen mal, porque lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos”.
Estoy seguro que muchos estarían dispuestos a dar lo que fuera necesario con tal de saber cuál es el secreto para lograr que Dios responda todas sus oraciones.
Pero no existe ningún misterio al respecto, es tan sencillo que el señor lo explica en este texto que acabamos de compartir, Él dice: “Lo que pasa es que cuando ustedes piden lo hacen mal, lo único que quieren es satisfacer sus malos deseos, esto que significa que no es la forma o sea lo que pedimos sino el fin o aquello para lo que lo vamos a utilizar.
Muchas veces nuestra oración se enfoca en lo que necesitamos, pero nunca nos ponemos a pensar si eso que estamos pidiendo nos conviene, o si será la voluntad de Dios para mi vida.
¿Sera que Dios va a dar dinero para que yo haga lo indebido?, ¿Para qué le haga mal a alguien? será que Dios me va a dar dinero para malgastarlo en vicios, en juegos, etc.
Hay gente que sale a robar y le pide a Dios que le vaya bien, tienen incluso la virgen de los sicarios para que el tiro sea certero…Si la respuesta a este tipo de peticiones ha venido, entonces lo más seguro es que esa respuesta no haya venido de Dios.
Si esperamos recibir lo mejor de Dios, deberíamos estar dispuestos a darle a él también lo mejor de nosotros.
“A veces queremos que Dios responda a todas nuestras peticiones, pero no cultivamos con él buenas relaciones. Las oraciones que más rápido Dios logra escuchar, no son las de los que exigen, sino la de aquellos que con su testimonio le quieren agradar”.
Humberto Cancio.
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