Génesis 39:20 “Y tomó su amo a José, y lo puso en la cárcel, donde estaban los presos del rey, y estuvo allí en la cárcel”.
Si tuviera que colocarle un título a este mensaje sería: “Cuando lo que Dios hace no tiene sentido”. Y sin lugar a duda la vida José es el más claro ejemplo de esto, precisamente por las múltiples y repetidas dificultades que tuvo que enfrentar.
La mayor parte de la vida de José fue una interminable prueba, él no acababa de salir de una, cuando tenía que enfrentarse a una prueba mayor; el rechazo de sus hermanos por ser el hijo preferido de su padre, la cisterna, el haber sido vendido como esclavo, acusado injustamente por la mujer de potifar de un crimen que no cometió, hasta la cárcel fueron una prueba tras otra.
Cuantos seguramente se identifican con José, no alcanzan a comprender porque si aman a Dios con todo el corazón y se esfuerzan por hacer las cosas de la mejor manera posible, pareciera que la vida se hubiera ensañado contra ellos; sufren pérdidas, quiebras, enfermedades, separaciones, los proyectos que emprenden se les vienen abajo, no acaban de salir de un problema cuando viene otro y otro y otro.
Pero ¿porque José pudo mantenerse firme a pesar de todos los obstáculos que enfrentó? y he allí la diferencia: Él cuando era adolescente había recibido mediante visión una promesa de parte de Dios a través de la cual el señor le revelaba que en un futuro estaría en un lugar de autoridad y que en esos tiempos difíciles de vacas flacas él se convertiría en la tabla de salvación para su familia.
Fue la promesa de Dios la que le permitió a José superar todas esas dificultades, ese sueño fue su ancla; José no desmayó porque sabía que su familia dependía de su determinación y porque veía las pruebas a las que se enfrentaba no como tragedias, sino como las herramientas que Dios usaba para guiarlo al cumplimiento de su propósito.
Todo lo que vivió José fue necesario, todo hacía parte de la estrategia diseñada por Dios, José jamás hubiese llegado a Egipto si sus hermanos no lo hubieran vendido como esclavo y si no hubiese sido encarcelado, aunque fue injusta su detención, no se hubiera encontrado con el copero que es quien lo conecta directamente con el Faraón.
La biblia dice en Romanos 8:28 “Para los que aman a Dios todo obra para bien”. Hay cosas que te están pasando y que tal vez ahora no entiendas, pero siempre debes recordar que nada ocurre por casualidad, es probable que en ocasión tengamos que enfrentarnos a cosas no muy agradables con tal que el propósito de Dios se cumpla en nuestras vidas.
No desmayes, no permitas que tu convicción sea negociable, porque, aunque ahora no veas salida, Dios cumplirá su promesa como lo hizo con José. Mantén tu mirada puesta en Dios y en su palabra, deja de mirar las circunstancias y mira a aquel que puede resolverlas, solo así nuestros temores desaparecerán y esa sensación de frustración desaparecerá de nuestras vidas.
“Muchos quieren alcanzar victorias, pero olvidan que no hay gloria sin historia, la gente se maravilla por lo que has conquistado, pero no se alcanza a imaginar por todo lo que has pasado”.
“Los planes de Dios son perfectos, aunque tengamos que pasar por sucesos difíciles que a veces no entendamos, los cuales simplemente serán la plataforma que Dios usará para que lleguemos al objetivo que desde el principio Él tenía planeado para nosotros. Las crisis no son una maldición, son muchas veces la estrategia que Dios usa para llevarnos a la bendición”.
Humberto Cancio.