Joel 2:25-26 “Dios habrá de devolvernos todo lo que perdimos estos años por culpa de los saltamontes que él mandó contra nosotros. Tendremos mucha comida, y alabaremos a nuestro Dios por todas las grandes maravillas que ha hecho en favor nuestro”.
Debo reconocer que de las tantas virtudes de Dios la que nunca deja de impresionarme es su misericordia. ¿Pero cuál es el significado de misericordia? Misericordia es la capacidad de compadecerse de las miserias ajenas.
El desconocimiento de la naturaleza de Dios ha llevado a muchos a concebirlo como un ser insensible, implacable, castigador que todo el tiempo espera que nos equivoquemos para lanzar sobre nuestras vidas toda suerte de maldiciones, pero eso no es verdad.
Claro que la ira de Dios es como fuego abrazador, que Él visita la maldad de los padres sobre los hijos, que sin santidad nadie podrá verlo, pero a lo largo de todos estos años de conocerle y de haber pasado por tantos procesos a la conclusión que llego es que sus juicios no son más grandes que su misericordia. Al respecto David decía que sus misericordias son nuevas cada mañana.
Cuando Jesús estuvo en este mundo dice la escritura que vio las multitudes y tuvo compasión de ellas porque eran como ovejas que no tenían pastor, afirma también que él como nuestro pastor siempre estuvo dispuesto a dar su vida por sus ovejas y así lo hizo; su misericordia es tan grande que es capaz de dejar a las 99 ovejas solas e irse detrás de aquella ovejita que se apartó del redil por haber tomado un camino equivocado.
En el texto que compartimos hoy por causa de la maldad de su pueblo él se ve obligado a enviar una plaga que arrasó con todos sus cultivos; sin embargo se compadece y es por eso que decide cambiar de planes prometiendo que va a devolvernos todo lo que estos años esa plaga nos arrebató y que tendremos mucha comida y alabaremos a Dios por las grandes maravillas que habrá hecho en nuestro favor.
Es muy posible que también te hayas equivocado, porque como seres humanos todos cometemos errores, pero no permitas que el enemigo te haga creer que Dios ya te desechó o que tú no tienes perdón de Dios, porque tu Dios es misericordioso y va devolverte todo lo que perdiste todos estos años por causa de tus malas decisiones.
Prepárate porque Dios va a hacer maravillas contigo que nunca habían sido hechas. Pido a Dios que esta promesa se haga una realidad en su vida en el nombre poderoso de Jesús. Amén.
“Generalmente el ser humano suele culpar a Dios de todas sus desgracias y de todo lo malo que en el mundo puede suceder, sin reconocer que muchas de las cosas que nos ocurren son consecuencia de nuestro mal proceder. Sin embargo, quien se arrepiente y reconoce que se ha equivocado, no solo restaura su relación con el creador, sino que Dios hace que le sea devuelto todo lo que estos años el enemigo le había robado”.
Humberto Cancio.
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