1 Reyes 19:7 "Y volviendo el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó, diciendo: Levántate y come, porque largo camino te resta”.
Cuando la biblia afirma que el ángel tuvo que volver la segunda vez es porque en su primera intervención no logró que el profeta Elías se levantara del desánimo tan terrible en el que se encontraba.
Lo increíble de todo esto es que no hacía mucho que Elías había orado para que lloviera sobre la tierra después de tres años y seis meses y llovió, todos fueron testigos del respaldo que tenia de parte de Dios, al punto que todo el pueblo reconoció que el Dios de Elías era el Dios verdadero.
Sin embargo, después de exterminar a todos los profetas de Baal y Astoret que eran los ídolos en los que el pueblo de Dios confiaba, Jezabel la mujer del rey Acab lo amenazó de muerte, es cuando corre al desierto para que no lo mataran, era tanto su miedo a morir que entró en una depresión profunda, al punto que le pidió a Dios que le quitara la vida, porque seguramente creyó que ya no tenía razones para seguir viviendo.
Y uno se cuestiona pero que fue lo que pasó, si era un hombre de Dios que andaba en el Espíritu, y surge la pregunta: ¿Es posible que los hombres y las mujeres de Dios pasen por esos tiempos de depresión en los que también nos queremos dar por vencidos?, pues si, todos pasamos por esos valles o desiertos espirituales, donde se nos dificulta escuchar a Dios, no le vemos por ningún lado, pareciera que Dios no responde, es cuando nos sentimos solos, abandonados, creyendo que nada de lo que hemos hecho ha valido la pena, así opera el espíritu de desánimo.
Pero lo interesante de la historia es que Dios envía a un ángel para que le fortalezca y le ayude a continuar con su camino.
Y siento que en este día Dios también está queriendo fortalecer a muchos que tal vez habían bajado los brazos, personas que se levantaron esta mañana con lo que hoy día llaman crisis existencial, en desanimo, ansiedad, deseando la muerte como el profeta Elías.
Me llama la atención que Dios tuvo que enviar el ángel dos veces, o sea la situación del profeta era crítica, afortunadamente el ángel insistió y de seguro hubiese seguido insistiendo hasta que Elías se levantara como efectivamente lo hizo, porque al profeta le restaba largo camino por recorrer.
Dice la palabra que Elías después de haberse alimentado con aquella comida que Dios le dio, tomó nuevas fuerzas, un nuevo aliento y continuó su camino. Y eso es lo que Dios espera que pase con nosotros, que a través de esta palabra hoy podamos tomar un nuevo aire, que nos alimentemos del pan bendito que es su palabra, recobremos nuevas fuerzas y que tomemos la decisión de renunciar a todo deseo de claudicar.
Sabes algo: Muchos de los fracasos en la vida suceden porque la gente no se da cuenta lo cerca que están de tener éxito cuando se rinden.
Dios te invita hoy a que te levantes y con valentía tomes la decisión de no rendirte jamás, no sé si tengas que avanzar de rodillas, o arrastrándote, pero nunca te detengas mientras Dios no te diga que lo hagas.
“Los tiempos de decaimiento que solemos atravesar, nos afectan no solo física, sino también de manera emocional. El desánimo nos roba las fuerzas y el deseo de conquistar, vendiéndonos la falsa idea que para no seguir sufriendo lo mejor es claudicar, pero tienes que levantarte y debes volver a comenzar, porque postrado en el lamento nada podrás solucionar”.
Humberto Cancio.
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