Génesis 37:5 “Y soñó José un sueño, y lo contó a sus hermanos; y ellos llegaron a aborrecerle más todavía”.
Dice la escritura que a José sus hermanos llegaron a aborrecerlo, le rechazaban porque era el hijo preferido de su padre, sus otros hermanos llenos de envidia no miraron con buenos ojos el hecho que su padre Jacob le hubiese regalado una túnica de colores a José.
Esa túnica de colores es un prototipo de la gracia de Dios sobre la vida de una persona, y eso incomoda y causa envidia; todo aquel que ha sido escogido por Dios para una misión específica como fue escogido José va a gozar siempre del favor de Dios y eso le molesta a los envidiosos.
Lo más seguro es que los ataques van a venir, los señalamientos, los comentarios mal intencionados y las criticas despiadadas como si tuvieran derecho de hacerlo, el chisme, la burla, el sarcasmo, pero no debemos dejarnos afectar por esas cosas, si te ridiculizan, te critican o te quieren humillar es porque se están viendo inferiores ante ti, si te juzgan y quieren tu mal es porque no soportan que te vaya bien.
Los hermanos de José querían matarlo, todo porque gozaba del favor de su padre, pasa lo mismo con todo aquel que goza del favor de Dios; sin embargo, encuentro que José no permitió que la oposición de sus hermanos truncara el propósito que Dios tenía con Él.
¿Pero cuantos de los que siguen este programa también fueron víctimas del rechazo pero se dejaron afectar por el? Y por eso se volvieron amargados, agresivos, se volvieron duros emocionalmente hablando, se aislaron, no reciben ni dan amor, les cuesta expresar sus sentimientos, se tornan fríos.
Otros que por causa del rechazo que les causaron terminaron volviéndose egoístas, iracundos, escépticos, desconfiados, tercos, vengativos, resentidos, depresivos, se sienten culpables, hablan vulgarmente cuando están bajo presión, se justifican, son rebeldes, tienen baja autoestima, son inseguros, no creen en sí mismos, siempre están tristes, deprimidos, son temerosos, negativos, pesimistas.
La pregunta es: ¿Cómo hago entonces para no dejarme afectar por el rechazo?, la respuesta la encontramos en la palabra: Proverbios 4:23 “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. El corazón es la mente que piensa, las emociones que sienten, la voluntad que decide y la conciencia.
Cuando alguien le ofende, ese alguien no tiene la autoridad para dañarle, el daño se lo hace usted cuando abre su corazón para recibir o dejar entrar la ofensa que le hicieron; eso es lo que nos roba la vida porque desde entonces se alojan en nuestro corazón todos esos sentimientos que nos hacen infelices y nos roban la paz.
“Quien deja pasar la ofensa no solo protege su corazón, sino que impide que el rechazo le cause su total destrucción”.
“La sana identidad de la personalidad depende del amor y la aceptación que se reciben; cuando se carece de estas manifestaciones de afecto, se abren heridas profundas en el corazón que son difíciles de cicatrizar. Pero si bien el rechazo es una tormenta emocional de devastadoras consecuencias, no tiene el poder de influir en nuestro comportamiento sino nosotros no se lo permitimos. Dios te acepta, no te rechaces”.
Humberto Cancio.