Hoy me gustaría reflexionar en una verdad eterna que esta en el libro de Jeremías 29:11 “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
Esta es una palabra de aliento que Dios envía al pueblo de Israel que se encontraba aun cautivo en Babilonia, lo que se conocía según la profecía es que ese proceso duraría aproximadamente 70 años.
Nosotros tal vez no alcanzamos a imaginar todo lo que eso significaba para ellos, sobre todo después de haber sido sometidos a la humillación, al destierro, al despojo de sus tierras, y de los bienes materiales por los que tanto habían trabajado.
Era tal el grado de frustración al que llegaron por su condición que pensaron que jamás saldrían de esa situación. Pero el problema no era que ellos fueran esclavos en aquella tierra, sino que dejaron de ser libres en su manera de pensar.
Una persona que ha sido esclavizada en su mente aunque siga estando libre físicamente, solo piensa, en las imposibilidades, en la desesperanza, en el fracaso, en la derrota; difícilmente una persona que piensa así, podrá soñar con un futuro mejor.
¿Cuantos hoy pueden estar también cautivos de la duda, de la incredulidad, cautivos del temor?, ¿Cuántos hay que también dejaron de soñar, dejaron de creer que si es posible volver a levantarse, que si es posible volver a comenzar?.
Déjame decirte algo: "Aunque tu presente pueda estar plagado de inconvenientes y conflictos que no has podido solucionar, eso no quiere decir que todo este perdido o que no te vayas recuperar”.
Tu circunstancia actual puede estar hablándote de crisis, y de solo calamidad, pero los pensamientos que Dios tiene para ti no solo son de paz y bienestar, sino de una sobre abundante prosperidad”.
Recuerda esto: “LO QUE AHORA ALCANZA A PREOCUPARTE, NO ES NADA COMPARADO CON LO QUE DIOS YA HA DETERMINADO ENTREGARTE”.
Humberto Cancio.
Comments