Jueces 6:14-15 “Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo? 15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre”.
Comienza este texto diciendo en sus primeros capítulos que por Israel haber hecho lo malo ante los ojos de Jehová, Él los entregó en manos de Madián por siente años. La estrategia de Madián, fue acorralarlos para que no pudieran salir a cultivar sus tierras, ni pudieran apacentar sus ganados; todo lo que producían, sus enemigos se los arrebataban, de esta manera los alimentos escasearon, vino el hambre y llego la pobreza. Estaban tan empobrecidos y llenos de temor que se metieron en unos huecos que ellos mismos habían cavado, estaban literalmente enterrados en vida. Yo no sé si las deudas lo tienen a usted de la misma manera, con el agua hasta el cuello.
Como respuesta a la oración que habían hecho el ángel de Dios se le aparece a Gedeón y le dice: “Jehová está contigo varón esforzado y valiente”. No le dice ESTUVE contigo, ni ESTARÉ contigo, le dijo: ESTÁ contigo, ahora, en tu presente. Pero miremos como Gedeón responde: V13 “Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas”.
Dios quería ayudarlos, pero ellos estaban llenos de argumentos en contra de Dios: “Pero bueno si tú estás nosotros como dices, ¿porque permites que nos pasen todas estas cosas?”. ¿Yo no sé cuántos alguna vez en su vida se han hecho esta misma pregunta también?
¿Si Dios nos ama porque no nos evita el sufrimiento?, pero lo que encuentro es que Dios los amaba tanto que permitió aquella situación para liberarlos del temor que los esclavizaba, para sacar de ellos su mejor potencial.
Gedeón empezó a poner excusas, que ellos eran pobres, que su familia era la más pequeña de su pueblo etc, etc, hasta que Dios tiene que decirle: “Ve con esta tu fuerza”, Dios era su fuerza, pero el miedo no les permitía darse cuenta.
Dios tiene que afirmarle nuevamente: “Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre”.
Afortunadamente Gedeon obedece y efectivamente Dios termina dandole la victoria, a Él y a su pueblo.
La biblia dice que Dios nos lleva de gloria en gloria y de victoria en victoria, pero no puedo pretender salir en victoria si evado ir a la guerra. “Por eso dale gracias a Dios por los enemigos que te ha tocado enfrentar porque gracias a ellos aprendiste a triunfar”.
“Las situaciones o personas que más evitamos, son las que Dios más usa para que al final aprendamos”.
“Si tu impaciencia es más fuerte que tu capacidad de esperar, o el temor se ha convertido en el obstáculo que no te deja avanzar, lo más seguro es que en Dios has dejado de confiar. Aunque ya no creas que un nuevo día ha de llegar, lo inevitable es que, al terminar la noche, un nuevo amanecer volverá a despuntar, al igual que tu crisis actual, indudablemente también va a finalizar”.
Humberto Cancio.
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