Salmos 34:18-20 “Cercano está Jehová á los quebrantados de corazón; Y salvará á los contritos de espíritu.19 Muchos son los males del justo; Mas de todos ellos lo librará Jehová. 20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”.
David en este Salmo hace dos afirmaciones contundentes, la primera: “Jehová está cercano a los quebrantados de corazón”. Pero ¿qué es estar “quebrantado”? es un término que hace referencia al debilitamiento de la salud o la fortaleza de alguien, que se encuentra herido, adolorido, o en mal estado.
El que en este texto se afirme que Dios está cercano a una persona quebrantada, es muy alentador porque generalmente el enemigo nos hace creer que la persona que pasa por un quebrantamiento es porque Dios la abandonó por completo, pero eso no es cierto.
El quebrantamiento, aunque generalmente resulta ser demasiado doloroso, es un proceso necesario para la liberación de nuestro hombre espiritual que se encuentra obstruido por nuestra naturaleza carnal conocida comúnmente como el “YO” o el “EGO”.
Es el mismo proceso al que se refirió nuestro señor Jesucristo cuando dijo en Juan 12:24: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere queda solo, pero si muere lleva mucho fruto”. La semilla una vez se siembra por causa de las inclemencias del clima (Sol, lluvia, calor) su cascara se rompe o pasa por su proceso de quebrantamiento, para que la vida que mora en su interior pueda germinar, de igual manera sin quebrantamiento, es imposible que el hombre espiritual en nosotros se pueda manifestar.
La otra afirmación contundente que hace el salmista es: “Y salvará a los contritos de espíritu”, pero ¿qué es estar “Contrito”? aquella persona que esta arrepentida o abatida por haber cometido una falta. No se refiere al concepto erróneo del que peca y reza empata que demuestra una falta de arrepentimiento genuino, sino de aquel que ama a Dios, pero en su afán de agradarlo sin querer termina equivocándose.
Según esta verdad eterna Dios no salva a cualquier tipo de persona, sino a los “Contritos” o sea a aquellos que se arrepienten de corazón.
Lamentablemente a veces tendemos a confundir los términos “remordimiento” con “arrepentimiento” y no tienen absolutamente nada que ver el uno con el otro.
El REMORDIMIENTO es un simple estado emocional que nos hace sentir culpables por nuestro mal comportamiento, pero que no produce ninguna transformación, la persona con remordimiento se siente mal, pero sigue igual; mientras que el ARREPENTIMIENTO es un cambio en la manera de pensar que te lleva a cambiar tu manera de actuar, “No demuestra arrepentimiento quien se siente mal por el error cometido, sino quien no vuelve a caer en el mismo circulo corrompido”.
Es muy posible que todos estos días te hayas estado sintiendo abatido, triste, por causa de tu quebrantamiento, pero debes saber que el señor no es ajeno a todos esos padecimientos, el conoce tu dolor, él sabe lo fuerte y difícil que ha sido todo esto para ti, por eso nos envía una palabra de consuelo en el día de hoy: Salmos 34:19-20 “Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. 20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado”.
Dios sabe que muchas han sido tus aflicciones, pero promete que de todas ellas te librará, y no permitirá que nada malo nos pase. “Así que no te preocupes por tu abatimiento, porque Dios lo estado usando para tu crecimiento”. “Cada vez que la vida te ponga de rodillas aprovecha la posición para orar, no para lamentar”.
“A veces enfrentamos batallas tan difíciles de resistir que pareciera que en el intento vamos a morir, donde por más que intentamos avanzar, notamos que a ninguna parte logramos llegar; silencios tan prolongados que incluso pareciera que Dios nos ha abandonado, pero debes tener siempre presente que nuestro Dios es fiel y por nada del mundo se apartara de tu lado”.
Humberto Cancio.
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